El “frasco de la calma” no es más que una botella con pegamento líquido y brillo. Simplemente con agitarlo se genera sus beneficios, y si les acompañamos con enseñarles a los pequeños a tomar unas respiraciones profundas mientras se concentran en lo que sucede con la mezcla, mucho mejor.
Según algunos estudios, mientras que el niño observa la caída de brillo, puede organizar y centralizar el sistema nervioso. Cuando el niñ@ está estresado, su ritmo cardíaco se acelera junto a su respiración y al ver la lenta caída del brillo genera un modelo visual para inconscientemente entregar una señal al cerebro que disminuya la agitación. Además, mientras sucede esto, el adulto puede proporcionar un espacio para que el menor trate de explicar las razones de la tristeza, la ira o la frustración.
Este frasco fue inventado por Maria Montessori y es usado en la actualidad como una herramienta de trabajo emocional en muchas escuelas de nuestro país.
Tras visualizar el video : VAYA RABIETA comentamos con los niños cómo el protagonista del cuento podía usar la botella de la calma para apaciguar su ira.
Os dejo el enlace del cuento para que lo podáis volver a ver con vuestros hij@s.
LOS MATERIALES QUE USAMOS FUERON:
- - botella pequeña de plástico
- - agua templada
- - pegamento glitter de colores con purpurina
- - purpurinas de colores.
- - colorante alimenticio.
Los ingredientes de mezclan dentro de la botella y para su uso se agita hasta que la purpurina se mueve dentro de la botella y se aprende a usar la misma para controlar la ira y relajarse a la vez que la vista está fija en el agua y el movimiento de la purpurina dentro de la misma.
Os dejo un video a continuación de los niñ@s usando el frasco de la calma. Lo dejaremos en el cole unas semanas para ir usándolo en los momentos que necesitemos y más adelante lo llevarán a casa para seguir utilizándolo.
Feliz Domingo Familias
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